¿Realmente nos llega la luz de las Estrellas?
Imagen del cumulo de galaxias MACS J1149 |
Las estrellas generan luz por las reacciones nucleares que se producen en su interior, esta luz
viaja por el espacio hasta que llega a la Tierra y a nuestros ojos que es
cuando la vemos. Así que la luz de las estrellas sí llega a la Tierra.
Pero la luz de las
estrellas recorre enormes distancias porque los astros, la mayoría de ellos,
están muy lejos. Podemos hacernos una idea de cuán lejos están si echamos un
vistazo al tiempo que tarda su luz en llegar a nosotros. Sabemos que la luz
viaja a 300.000 kilómetros por segundo. Desde que es emitida por el Sol, la
estrella más cercana a nosotros, hasta que llega a la Tierra pasan ocho minutos
y veinte segundos.
Pero si miramos lo que
tarda en llegar desde las siguientes estrellas en proximidad, Alfa Centauri, vemos que son algo más de cuatro años. Estos tiempos nos dan la idea
perfecta de la enormidad de las distancias en el Universo, magnitudes de las
que es muy difícil ser consciente. Por ejemplo, otro dato significativo es el
tiempo que tarda la luz en cruzar nuestra galaxia, la Vía Láctea,
que son 100.000 años.
El que existan distancias tan enormes unidas a la
velocidad de la luz supone que hay estrellas tan lejanas que su luz no nos ha
llegado todavía, esa luz está aún viajando por el espacio y algún día llegará.
Además, con telescopios podemos ver la luz de estrellas que ya han dejado de
existir. Estos instrumentos también nos permiten ver las estrellas en las
galaxias más lejanas, y por tanto observar cómo eran hace miles de millones de
años. Con telescopios hemos podido ver, por ejemplo, la radiación cosmológica
de fondo llamada también radiación de fondo de microondas que es una radiación
emitida muy poco tiempo después, alrededor de 400.000 años, tras el Big Bang.
Sin usar telescopio, solo vemos los astros de nuestra galaxia
porque el resto está demasiado lejos. A simple vista, la estrella más distante
que podemos contemplar es Deneb que está en la constelación del Cisne y es una
de las más brillantes del cielo. Una de las mediciones sobre dónde está Deneb
la ha hecho el satélite Hipparcos y según estos datos, la estrella está a 1.450
años luz de nosotros. Como indica a la perfección la denominación, un año luz
es la distancia que la luz recorre en un año; como viaja a 300.000 kilómetros
por segundo, en 365 días la luz recorre algo menos de nueve billones y medio de
kilómetros. La distancia a la que está Deneb son esos nueve billones y medio
multiplicados por 1.450. La cifra es tan enorme que sorprende que veamos a
Deneb así de brillante, pero eso es porque se trata de una estrella con una
luminosidad 54.000 veces mayor que la de nuestro sol.
En astrofísica empleamos diversos métodos para medir esas distancias a las estrellas. Como la Tierra gira
alrededor del Sol tenemos la impresión de que la situación de las estrellas más
cercanas aparentemente cambia en relación con otras que están más lejanas. Si
medimos esos ligeros cambios con simple trigonometría podemos saber a qué
distancia de la Tierra están los astros cercanos. Pero este método que se llama
paralaje estelar no nos sirve para las estrellas lejanas.
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